Si bien es cierto que vivimos en una época donde filmaciones nostálgicas vuelven a producción, es difícil imaginar cómo las desarrolladoras cinematográficas han ido logrando historias originales en un tiempo en el que todo se trata de mirar al pasado en la pantalla grande. Hemos visto regresos de personajes que van desde Rocky hasta los juguetes de Pixar.
Pensar en Terminator sería inlograble si nuestra mente no piensa en el T-800., ese temible primer robot que Arnold Schwarzenegger encarnaría y cuyo objetivo sería el de eliminar a Sarah Connor para que su hijo John Connor no nazca y no se convierta en el líder de la revolución contra Skynet… además de su famosa frase: “Hasta la vista baby”. 35 años después podemos presenciar el regreso de ese mismo Terminator y Sarah Connor aunque tal vez no como muchos esperaban.
Terminator: Dark Fate sigue esta misma fórmula al contarnos la historia de Daniela “Dani” Ramos, una joven mexicana que necesita salvar su vida de las garras de un Rev-9, el Terminator más avanzado que hemos visto hasta la fecha interpretado por Gabriel Luna y que pareciera no tener manera de destruirse.
Afortunadamente, no se encuentra sola en esta lucha por sobrevivir. Dani es acompañada por Diego Boneta, en el papel de su hermano Diego, Mackenzie Davis como Grace, una androide que nos dice que los humanos en el futuro también pueden viajar en el tiempo y por Linda Hamilton y Schwarzenegger interpretando a Sarah Connor y al T-800 quien ahora se llama simplemente Carl. Esta nueva entrega también toma un elemento que vimos en X-Men: Days of the Future Past y elimina del canon narrativo las películas previas. (Recordemos que no es el primer regreso de Schwarzenegger a la franquicia) Así que sirve tanto como una secuela a las dos primeras entregas de Terminator como un reboot a la franquicia que negará las películas anteriores para traer a un famoso personaje ochentero a la nueva era.
Terminator 2019
Si bien la historia no es una pieza guionística magistral, es disfrutable si uno no presta demasiada atención a ciertos detalles como la ambientación. Es difícil saber dónde se origina esta historia por tener una mezcolanza de ciudades en una sola. Vemos placas de Chihuahua o Guanajuato junto a taxis de la CDMX, mientras los personajes interactúan en spanglish en escenas grabadas en España. Justo cuando la película te aclara con diálogo que está ubicada en la CDMX, los personajes se dirigen en otro lado mientras son perseguidos por Rev-9, quien se valdrá de todos sus recursos para detener la caravana y completar su misión... incluso señalarlos como parte del Cartel de Sinaloa.
A pesar de estos disparates argumentales, Terminator: Dark Fate cumple con su propósito de entretener. Las escenas de acción son llamativas y su coreografía genera que el espectador esté atento a lo que está sucediendo en pantalla. Sin embargo, necesitamos mucho más que un robot invencible y llamativo para que sea el regreso del mega blockbuster que se nos prometió. Es muy notorio que Terminator: Dark Fate anunció con bombo y platillo una primera parte de una nueva trilogía. Es decir, funge como una primera parte; quizá en un futuro existan 2 nuevas películas de la saga, todo dependerá del éxito que logren cosechar con esta entrega, pero sin duda esperemos que logren unas mejores secuelas.